El boldo es un árbol muy popular en América del sur por sus propiedades medicinales. Desde hace cientos de años se usa el boldo en la medicina natural para tratar ciertas patologías. Las hojas frescas o secas y el fruto del boldo son las que contienen los principios activos y por ende tiene cualidades curativas. El boldo tiene propiedades medicinales como hepatoprotector, colagogo, antioxidante, sedante, digestivo, antiinflamatorio, diurético y fungicida.
La planta Boldo es eficaz para tratar afecciones como hepatitis, indigestión, cólicos hepáticos, cirrosis, espasmos digestivos, flatulencias, cistitis, insomnio, ansiedad nerviosismo, ayuda a bajar de peso, eliminar líquidos y toxinas del cuerpo.
Además de resolver problemas urinarios, reumatismo, gota, artritis, problemas en la vesícula biliar, migraña, cefalea, ayuda a bajar el ácido úrico, aumenta el apetito, favorece la eliminación de parásitos, también es adecuada para curar llagas, úlceras y raspones.
La decocción de las hojas es un remedio eficaz para tratar dolores generados por enfermedades como reuma o artritis, pero también los causados por golpes y contusiones, neuralgias.
Otra forma de aprovechar los beneficios del boldo en forma externa es realizando una cataplasma machacando las hojas y aplicándola en la zona afectada. El jugo de la planta de boldo es muy bueno para calmar el dolor de oídos, por lo que se colocan solo unas gotas dentro del oído durante unos días hasta que desaparezca.
El té de boldo mejora la desintoxicación del hígado y lo protege contra el daño provocado por toxinas y drogas que puedan tener un efecto perjudicial en el mismo. También puede ayudar a tratar varias enfermedades relacionadas con el hígado o la vesícula biliar como la hepatitis y la ictericia.
A continuación aprende a preparar el Boldo en sus diversas formas para que lo apliques según lo que desees curar:
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